Caladeros, cuatro formas de entender la pesca

Estuario del Guadalquivir

La zona de la desembocadura del río Guadalquivir es Reserva Rural desde el año 2004, por ser un enclave de gran importancia para la ecología y la productividad marina. Es una zona de estuario, que abarca parte del cauce del río y 14 millas de franja costera en el litoral de Doñana. Por tanto su valor socio-ecológico está asociado tanto al desarrollo de las pesquerías del Golfo de Cádiz como a la conservación del ecosistema del Parque Nacional de Doñana.

Al confluir masas de agua dulce y salada, se forma un espacio clave para la cría y engorde de especies de gran interés pesquero. Cuenta con una comunidad acuática de al menos dos mil especies, entre peces, moluscos y crustáceos. La mayoría de ellas entran accidentalmente favorecidas por el bajo aporte de agua dulce propio del clima que saliniza el estuario.

Bahía de Cádiz

La Bahía de Cádiz comprende los municipios de Rota, El Puerto de Santa María, Puerto Real, San Fernando, Chiclana de la Frontera y Cádiz. Presenta grandes extensiones de marismas y esteros, por discurrir en ella el Caño de Sancti Petri y el río San Pedro, y
desembocar el río Guadalete, Iro y el río salado de Rota.

La Bahía de Cádiz comprende tres zonas de pesca; la bahía interna, el frente del litoral y la zona externa:

En la zona interna (San Fernando) la especie más rentable es el choco y destaca el arte de la potera y trasmallo. El frente del litoral (Cádiz) es una zona más rocosa donde se pesca pargo, urta o dorada, alternando palangre y trasmallo. La zona externa (desde puerto de Cádiz hasta Punta Candor), un lugar de gran interés marisquero, sobre todo por el cangrejo moro.

También se captura langostino.

Zona de Trafalgar

El acantilado de Barbate es el más alto de Andalucía y comprende la zona de Barbate hasta Caños de Meca, donde encontramos el famoso Cabo de Trafalgar. También comprende, para navegar los bajos de la Aceitera y los acantilados del Parque natural de la Breña.

Las aguas son más claras y abiertas que en la Bahía de Cádiz pero ya se atisban los peligros de las corrientes del Estrecho. Hay menor visibilidad para el fondeo y el lecho marino experimenta cambios bruscos.

Las capturas son fundamentalmente de especies grandes como urtas, sargos, robalos, palometas, peces limón o meros.
Especial interés tiene la pesca de almadraba, de miles de años de antigüedad, del atún rojo.

Estrecho de Gibraltar

Lugar de encuentro de dos continentes y del Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico. Las corrientes de ambos mares al encontrarse, y las condiciones meteorológicas, determinadas por los vientos de poniente y levante, condicionan la navegación y la pesca.

El fondeo es difícil salvo en los lugares más próximos a la costa; la dificultad que entrañan sus corrientes, y sus peculiaridades han contribuido a que la zona no haya sido nunca sobreexplotada, por lo que el Estrecho es rico en infinidad de especies como los atunes, meros, pargos, pez espada, gallineta, etc.

Los puertos pesqueros de este caladero son los del puerto de Tarifa y el de Algeciras. En ellos se localiza una pesca profesional dedicada a la modalidad de artes menores principalmente. La producción de sus pescadores destaca de la de otros puertos de la provincia por la pesca del besugo de la pinta; comúnmente llamado voraz, y en menor medida la pesca profesional del atún rojo.

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